• ¿Cómo se siente Marta al principio de la historia?; ¿por qué?
• ¿Por qué la niña no se atreve a decir nada a sus padres?; ¿es únicamente por temor a que la castiguen o por algo más?
• ¿Cómo reacciona su padre cuando se lo cuenta?
• ¿Qué conclusión saca Marta?
Tiempo para la reflexión (en parejas)
+ Si, como a Marta, te pusieran una “i” de “insuficiente” en un control del colegio ¿cómo te sientes?; ¿cómo se lo dirías a tus padres?; ¿cómo crees que reaccionarían ellos?
+ Si se te cae un cazo lleno de sopa al suelo ¿cómo te sientes?; ¿qué
haces?; ¿qué dirías a tus padres?
+ Si te castigan en el colegio por haber hecho
una trastada ¿cómo te sientes?. Si te ven tus compañeros castigado
¿qué piensas que dirían?; ¿qué responderías tú?
+ Si te encargan que bajes la basura y en un
descuido se te cae en la escalera y se te rompe ¿cómo te sentirías?; ¿qué
harías?; ¿qué les dirías a tus padres?; ¿a qué
te comprometerías?
Resulta muy interesante comprobar que cuando nos sentimos obligados a reflexionar sobre determinados aspectos de lo que nos ocurre a diario, por ejemplo, esas veces en que no nos salen las cosas bien, descubrimos razones de porqué nos sentimos como nos sentimos y, lo que es también muy importante, de porqué actuamos como lo hacemos. Por ejemplo: cuando un profesor me regaña no me siento triste, si no enfadado, pero... ¿Con quién?
ResponderEliminarSeguiremos pensando en ello...
A los niños y niñas de cuarto les ha ayudado esta actividad a "sacar muchas cositas de dentro".
Y cuantas más cositas saquemos de dentro y seamos capaces de analizarlas, seguro que nos sentiremos mejor y podremos también ayudar a otros en la misma situación, ¿no creéis?.
ResponderEliminarHemos aprendido a que tenemos que ser responsables, diciendo a nuestros padres o profesores cuando nos pasa algo porque así nos sentiremos mejor.
ResponderEliminarNo burlarnos de los demás y ponernos en lugar de los otros porque a todos nos puede pasar.
Decir las cosas teniendo cuidado de no herir los sentimientos de los demás.
Noviembre 2013
A veces el miedo a que nos castiguen nos hace buscar culpables de lo que nos ha pasado, pero nos damos cuenta de que esa no es la mejor solución. Debemos recapacitar y pensar en lo que puede pasar si hacemos eso, seguro que podemos encontrar mejores soluciones.
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